martes, 16 de octubre de 2012

Mejor reírse, es lo más serio.

¿Quién dijo que era fácil encontrar la felicidad? La felicidad no avisa. Tan pronto aparece como se esfuma y no siempre el hecho de que llegue es una buena señal. A veces la felicidad engaña, te crees tan feliz que no eres capaz de darte cuenta de cómo son verdaderamente las cosas, y otras veces estás tan a gusto con algo que por no darlo importancia lo pierdes, así, de la misma forma en la que pierdes la tuerca de tus pendientes preferidos, aquella que es la única que encaja sin resbalarse. Lo peor de todo no es eso. Lo peor es que es así y nos tenemos que conformar con ello, no podemos cambiarlo. Ni encuentras la felicidad cuando la buscas ni puedes retenerla para siempre cuando ha llegado a ti. Así es la vida y como no nos convence, nos tenemos que joder, porque no hay otra opción posible.